LEVON HELM: "Electric dirt" (2009)

Da gusto comprobar como artistas de la edad de Levoln Helm siguen facturando trabajos de tan alto nivel como este “Electric dirt”. Realmente a estas alturas, este entrañable tipo que fue batería de un grupo tan legendario como The Band y que roza los setenta años de edad, poco tiene que demostrar a sus fans primero y al resto de la comunidad rockera después. Se agradece enormemente que siga en activo, incluso habiendo padecido un cáncer de garganta y encima obsequiándonos con una verdadera maravilla del rock tradicional americano. No sé que será de nosotros cuando estos grandes dinosaurios se vayan de este mundo y nos quedemos huérfanos de grandes referencias en la música rock pero no nos agobiemos con esas historias y hablemos de esta joya que nos ocupa hoy. La verdad es que este nuevo lanzamiento no me ha supuesto ninguna sorpresa ya que su anterior “Dirt farmer “, ya destilaba canciones de folk de altísimo nivel convirtiéndose en uno de los mejores trabajos aparecidos en el 2007.

Por ahora, este álbum se me presenta como un peldaño inferior pero hay que reconocer que Levon Helm en esta nueva entrega ha abierto más el horizonte de sonidos, introduciendo más elementos eléctricos con influencias de la música blues, gospel e incluso aires que emanan de una ciudad tan melómana como Nueva Orleans. La voz de Levon sigue más cascada que nunca y se acopla perfectamente a las nuevas composiciones de esta obra con predominio de versiones de The Band, Muddy Waters, Randy Newman, Staples Singers, con alguna propia. Este hombre está inspirado y en un momento realmente dulce de su carrera. Sólo con escuchar perlas como “Growin’ trade” de su propia cosecha ya vale la pena tener este artefacto como algo imprescindible en nuestro reproductor.
Todo el disco que ha sido grabado en su famoso estudio de NY con la ayuda de Larry Campbell es una delicia de principio a fin. No voy a disecar el trabajo tema por tema porque la música que se esconde en esta preciosa portada habla por sí sola. Aquí no sobra absolutamente nada y es una obra que hay que escuchar entera para saborearla en su justa medida.
Este “Electric dirt” rebosa sinceridad, y autenticidad en todo su conjunto y no me extrañaría que estuviera entre lo más alto de mi lista de favoritos a finales de año.
Chapeau, Mr Helm!!