THUNDER: "Wonder days" (2015)

Estoy en plena faena a la hora de escuchar novedades. Me he puestos estas dos últimas semanas con los nuevos trabajos de Blackberry Smoke, Howlin’ Rain, Damien Rice, Elias T. Hoth, Pat Travers, Steve Earle, Cracker, UFO y ¡oh sorpresa! este “Wonder days” de Thunder que ha sido lo que más me ha seducido de todo lo que he oído.

Hasta la fecha y siendo sinceros nunca había escuchado nada de estos tipos. El nombre me sonaba de referencias diversas por la web y poco más. De nada me sirvió que ya editasen diez discos de estudio y algún directo para que me adentrase en su universo sonoro. El rock’n’roll siempre te reserva este tipo de sorpresas y eso es lo que hace grande la música que tanto amamos. Al llegar pues a casa y ponerme un poco al día de lo que sucedía en el mundo del rock, vi que las críticas sobre este lanzamiento eran todas positivas. Con todo este prometedor panorama, me picó la curiosidad y no dudé ni un solo instante en darle a la correspondiente descarga. Por si fuera poco, tenía unas ganas enormes de palpar un buen disco de hard rock que me sacudiese un poco del letargo que me dominaba esos días con el desastroso tiempo que sufríamos por el norte. Así que este “Wonder days” ha sido el perfecto remedio y todo un flechazo musical que ha inundado las altavoces de mi PC a lo largo de las últimas jornadas.

El fruto de la primera escucha ya no dejó lugar a dudas y canciones como las zeppelianas “Chasing shadows”, "The prophet" ( puro "Achilles last stand" ) o “Wonder days” me dejaron satisfecho al instante. El resto no se queda atrás con auténticos temazos como “Serpentine”; los aires folk de “Rain”, que recuerdan un montón a Bad Company;  la más comercial “Resurrection Day”; la melódica “Broken”, o todo un rock’n’roll de alta velocidad que cierra estupendamente el disco como es “I love the weekend”. En definitiva, un buen pelotazo de hard rock de una banda engrasada a tope donde destaca la gran voz de Danny Bowes, sin descuidar la excelente labor labor de su guitarrista y productor Luke Morley. Con un disco de hard de este calibre ya no pido más.

Ahora, y si el tiempo me lo permite, de cabeza con el resto de su discografía. Se nota que me han cautivado, ¿eh amigos?