Leía hace unos días que Britny Fox tras años fuera del
mercado estaban preparando un nuevo disco para finales de año con Tommy Paris
como cantante. Personalmente no es el paso que me esperaba por parte de esta
entrañable banda de hard rock afincada en Filadelfia ya que siempre fui muy fan
de sus dos primeros discos con “Dizzy” Dean Robinson al frente. Con Tommy Paris
editaron, en 1991, un buen disco titulado “Bite down hard” y otro en 2003 que
pasó muy desapercibido llamado “Springhead motorshark”, pero lo bueno de verdad
son sus dos primeras obras que ningún amante de hard/rock glam debería pasar
por alto.
Con la noticia en mente, este fin de semana no me pude
resistir a volver a escuchar esos dos trabajos que llevaban un buen puñado de años
cogiendo polvo en las estanterías. El homónimo “Britny Fox”, producido por John
Jansen, siempre me ha parecido un enorme comienzo en su carrera donde figuraban
temazos como “Girschool”, “Save the weak”, “Long way to love” o la excelente
versión de Slade, “Gudbuy T’ Jane”, todo
un himno que les venía como anillo al dedo. Todavía a día de hoy suena como un
cañón y haría palidecer a cualquier disco de glam/hard facturado en 2015 por
grupillos del tres al cuarto. El siguiente capítulo, “Boys in heat”, siempre
fue mi favorito. Los conocí de esa manera y desde entonces le tengo un cariño
especial, así que vamos a dedicarle unas pocas palabras a continuación.
Aparecido en pleno auge del glam metal a finales de los
80’s, este pedazo de disco ha pasado bastante desapercibido para la mayoría.
Quizás para muchos sonaban demasiado a Cinderella, sobre todo por la voz de
Dean Robinson, que se asemeja mucho a Tom Keifer, pero es indudable que las
canciones que lo conforman eran pistonudas y eso es lo más importante a fin de
cuentas. Aquí hay un excelente trabajo de guitarras con unos solos efectivos,
una voz desgañitándose en cada estrofa, unos coros fantásticos, irresistibles
estribillos y una producción más cuidada que en su antecesor disco por parte de
Neil Kernon. ¿Alguien le puede
poner pegas a cañonazos como “Standing in the shadows”, la cover de Nazareth
“Hair of the dog”, “In motion”, “She’s so lonely”, “Angel in my heart” o las acedecianas “Plenty of love” y “Stevie”? Yo
desde luego no le pongo ninguna objeción. Esta banda rockeaba duro y pateaba
culos a diestro y siniestro. Algo de lo que pocas bandas actuales pueden
presumir.