Muchas veces comparados con Pretty Boy Floyd y sobre todo con Poison, de hecho su cantante Stevie Rachelle se parece bastante a Bret Michaels, Tuff fueron otras de las tantas bandas surgidas de L.A que desaparecieron por completo del panorama. Una pena porque su primer disco titulado “What comes around goes around”, producido por Howard Benson, tenía bastantes canciones para arrasar en aquella época, pero debido a varias circunstancias y una prensa que nos les facilito el camino afirmando que no tenían nada de talento, la suerte para estos jovenzuelos estaba echada. Cuando sacaron este disco era el año 1991, tal vez ya era demasiado tarde para arrasar en los charts y eso que su primer single “I hate kissing you goodbye” se emitió bastante en la MTV, pero el denominado glam metal poco a poco se estaba muriendo.Aquí no encontraréis la macarrada, carroña y guitarras sucias de las bandas sleazys, es todo bastante más melódico, divertido, alegre y de fácil escucha pero de gran calidad.
Este disco como dije antes, está lleno de buenísimas canciones que te alegran el día, no hace falta sólo escuchar su típico single, hay mucho donde encontrar desde el inicial “Ruck a pit bridge”, con un final totalmente funky, el gran homenaje a los grandes del Rock’n’Roll esta presente en la letra del estribillo de “The all new generation”, la efectiva de “Ain’t worth a dime” es de lo mejor del disco o la más contundente “Good guys wear black”, valen ya la adquisición de este disco totalmente descatalogado hoy en día. A destacar la canción escrita por el propio Bret Michaels “Wake me up” que podía haber sido otro mega-hit en potencia.
Sin ser un gran trabajo, se deja todavía escuchar y si sois seguidores empedernidos de Poison, Warrant o Pretty Boy Floyd hacerle un hueco un día de estos.
Os dejo con esta fantástica balada “I hate kissing you goodbye” para que os hagáis una idea.
