Seguidores

Mostrando entradas con la etiqueta Danzig. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Danzig. Mostrar todas las entradas

domingo, 5 de julio de 2015

DANZIG: "Skeletons" (2015)


"My attitude with covers is, make it your own or else leave it alone." Glenn Danzig


¡Por fin! tenemos noticias del tan esperado álbum de versiones de Danzig que llevaba un buen puñado de tiempo cocinándose según palabras del protagonista.

Ha sido la semana anterior y gracias a una entrevista concedida a Rolling Stone donde el carismático cantante americano ha desvelado algún detalle de este próximo lanzamiento que verá la luz a finales de año.

ZZ Top ("Rough boy"), The Troggs ("I girl like you"), The Everly Brothers ("Crying in the rain") y por supuesto Black Sabbath con "N.I.B." estarán en este "Skeletons". Por cierto, Elvis Presley, como no podía ser de otra forma, también será versioneado pero con un EP completamente dedicado al Rey del rock'n'roll. A ver qué tal el resultado final.

miércoles, 9 de octubre de 2013

DANZIG 5: "Blackacidevil" (1996)


Dos de las metas más difíciles en el show-business del rock’n’ roll son: llegar a lo más alto facturando obras de un valor incalculable y después saber mantener el nivel a lo largo de los años demostrando que no llegaste ahí por pura casualidad. Ejemplos hay muchos que corroboran ese hecho y Danzig fue uno de ellos en una etapa concreta de su carrera.

Durante el periodo 88-94, Evil Elvis se sacó de la manga cuatro discazos como cuatro soles de redondos. Unos podrán amar más el primero “Danzig”o decantarse más por el cuarto. Otros alucinarán con el “Lucifer” o con “How the gods kill”. Da igual, indistintamente todos brillan a un gran nivel y situaban a este elemento en lo más alto del rock duro. En ese estilo pocos le podían hacer sombra y además estaba rodeado de una súper-banda compuesta por John Christ, Eerie Vie y esa bestia parda llamada Chuck Biscuits que formaban una máquina aplastante acompañando a las mil maravillas a su jefe de filas. Danzig en esa época estaba que se salía.

Lo que ninguno esperábamos es que con su quinta entrega iba a tirar por el retrete toda su leyenda con un auténtico bodrio de dimensiones épicas como fue “Blackacidevil”. ¿Cómo demonios es posible que este hombre cambiase radicalmente el hard-rock para adentrase en la música industrial que era más bien propia de bandas como NIN o Ministry? La respuesta sólo la sabe el ínclito Danzig pero el resultado, que es lo que más me importa, no pudo ser peor.


Con este “Blackacidevil”, sin cortarse ni un pelo, mandó a todos sus miembros de la banda a freír espárragos, se largó del sello de Rick Rubin y, con la ayuda de Joey Castillo y de su amigo Jerry Cantrell, nos obsequió con el disco más experimental y a la vez más desconcertante de su historial. ¡Demonios!, hacía años que no lo escuchaba y me ha parecido aún peor que cuando lo fui a comprar el primer día que salió a la venta. No sé qué le pasó por la cabeza en aquellos años, y sigo sin entenderlo, pero casi nada se salva de la quema. Ni siquiera la guitarra de Cantrell aporta gran cosa en medio de una muralla sónica de sampleos, sintetizadores y bases programadas que mejor se lo hubiera ahorrado. Un ruido infernal que no lo aguanta ni su madre. Para ser un poco benévolos salvaría “Ashes” y gracias.

A pesar de firmar algún disco potable como “Deth red Sabaoth”, Danzig no volvió nunca más a ser el mismo después de firmar esta chapuza. ¡Qué difícil es mantenerse en lo alto del firmamento y que fácil es caer a los infiernos si metes la pata hasta atrás! “Blackacidevil” es un buen ejemplo. Dan ganas de quemarlo y tirarlo directamente a la basura.

Nefasto.


miércoles, 23 de junio de 2010

DANZIG: "Deth red sabaoth" (2010)

Había perdido toda fe y esperanza con la carrera de Danzig estos últimos años. Sus escarceos con la música industrial desde aquel “Blackacidevil” hicieron que me desinteresase casi por completo de sus siguientes trabajos. Ni tan siquiera su doble directo, que sólo hace que coger polvo en la estantería “Live on the black hand side”, hizo nada por remediar mi interés por esta bestia indomable. Pero dicen que siempre hay una luz al final del túnel y al principios de este año se supo que este hombre volvería a grabar un nuevo disco después de seis años de silencio. Lo mejor de la noticia era el supuesto regreso al hard rock diabólico, olvidándose de los sonidos “nuevos” que caracterizaban sus últimas obras. Uno, con ese tipo de news siempre se queda escéptico hasta que lo escucha. No será la primera vez que nos engañen con ese tipo de jugadas dejándote con una cara de pardillo que no veas. Ejemplos hay a patadas.
Por lo tanto, este fin de semana le di una nueva oportunidad a Evil Elvis para reencontrarme con su música y ¡Dios! hemos recuperado a este elemento. Hombre, no es un trabajo que se pueda equiparar a sus cuatro primeras obras maestras pero por lo menos vuelve a los riffs poderosos y a su voz tan característica que siempre me encantó. Se ha dejado de experimentar absurdamente y ha vuelto a la senda del hard rock sinistro y malvado como deseábamos todos desde hace mucho tiempo con esos alaridos y habituales atmósferas que sólo él puede recrear.
Creo sinceramente que es lo mejor que ha grabado en estos últimos 15 años con canciones como “Pyre of soul (seasons of pain), donde el guitarrista Tommy Victor se luce cosa fina; “On a wicked night”, que es mi preferida hasta el momento; “Hammer of the Gods”, o “Night star hel”, con un final apoteósico lleno de tenebrosos riffs.
El nivel de antaño nunca volverá porque eso es pedir lo imposible pero es bueno tenerle de vuelta con su mala leche dando guerra nuevamente con este “Deth red Sabaoth”.

¡Qué bien suena este nuevo single, por Dios!

jueves, 2 de octubre de 2008

DANZIG: "Danzig IV" (CD 1994)

Recuerdo una entrevista en el Popu de hace muchos años, donde nuestro querido Danzig lanzaba una afirmación un tanto polémica : “los cuatro primeros discos de Black Sabbath son la hostia y el resto mierda”. A día de hoy me hace gracia recordarla porque perfectamente se lo podríamos trasladar a su propia obra. ¿Qué fue de aquel malencarado sujeto que asombró a la comunidad rockera con sus cuatro primeras obras?
Respuesta: nada. No me quiero ni acordar de un disco tan malo como “Blackacidevil”. Aquello fue tan patético que el “bueno” de Danzig no volvió a recuperarse todavía y su carrera cayó en picado de manera vertiginosa. Pero centrémonos en lo bueno que ha aportado semejante personaje, sobre todo en este “Danzig IV”, con permiso de su otra obra maestra que fue “Danzig II: lucifuge”.
Aquí teníamos por última vez y de manera sobresaliente los riffs siniestros y atronadores de John Christ, la base rítmica aplastante de Eerie Von al bajo y Chuck Biscuits a las baquetas ¿Y que me podéis decir de la voz de Danzig? Maravillosa ¿no? Capaz de aullar como un poseso y dejarse la garganta en cualquier estribillo y a la vez susurrarte en una preciosa melodía melancólica.
Este “Danzig IV” es un auténtico clásico de los 90 y salido en plena era grunge. Cuando en aquellos años estábamos maravillados con todo el planeta Seattle, allí teníamos a este demonio que encajaba tan poco en medio de todas esas bandas ¿Acaso os imagináis a Danzig con bermudas y camisa a cuadros? Na, este tío iba de otro rollo desde luego.
Si obviamos el experimental tema industrial “Sadistikal”, el resto es apabullante. Bajo la batuta de Rick Rubin y tal vez más atmosférico que sus tres anteriores obras, nos encontramos con verdaderos temazos como “Little whip”, “I don’t mind the pain” o “Demonion”. La demoledora “Brand new god” o la caña de “Bringer of death” te pone las pilas ipso facto. Es interesante escuchar el single grabado al revés “Cantspeak”, y para acabar tenemos una escalofriante canción llamada “Let it captured” que te pone los pelos como escarpias.
Es impagable ver la foto central del libreto con la banda en unos ataúdes y un imitador de Bill Clinton haciendo sus labores protocolarias con agentes y felicitándoles por su trabajo. Recordemos que este hombre fue perseguido por el FBI en tiempos de Clinton y esa fue su manera de darle las “gracias”.
Un par de vídeos para recordar a este elemento y esta obra: