Seguidores

Mostrando entradas con la etiqueta Burning Tree. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Burning Tree. Mostrar todas las entradas

martes, 27 de noviembre de 2012

BURNING TREE: "s/t" (1990)


Marc Ford empezó su andadura musical a finales de los años 80 en un combo afincando en California llamado Burning Tree. Un poderoso power-trio que desgraciadamente sólo nos dejo de recuerdo para deleite de nuestros sentidos, un único trabajo editado en el año 1990. A pesar de estar apoyado por una casa como Epic, el fracaso comercial fue rotundo y los avariciosos jefes de la poderosa multinacional no tardaron mucho en echar a estos tres individuos del sello discográfico, truncando de esta manera una trayectoria que prometía muchísimo.

Hay que tener en cuenta también que los tiempos para facturar blues/rock no eran muy bien apoyados por parte de dichas multinacionales. Las ventas fueron nefastas, el grunge arrasaba con todo y a estos tres musicazos no les quedo remedio que abdicar y buscarse la vida en otros menesteres. Suerte que nuestro querido “hippie”, Chris Robinson, tuvo buen ojo para fichar a Ford cuando eran sus teloneros y así facturar más tarde discos imprescindibles dentro de la discografía Crowes.

Volviendo a este único trabajo de Burning Tree, Ford, con la ayuda de una base rítmica eficiente de Mark Dutton al bajo y Doni Gray en la batería, grabó uno de los discos más singulares de la década de los 90. Personalmente, tardé un buen puñado de años en localizar este artefacto y cuando di con él, sólo pude dar saltos de alegría como si hubiera descubierto todo un tesoro. Y la verdad es que este trabajo esconde una riqueza musical de mucho cuidado.

El blues-rock, con claras influencias de Clapton, Cream o Hendrix Experience, predomina prácticamente en todos los temas del álbum.Los tres componentes se reparten las voces y un tal Booker T. Jones les acompaña al Hammond B3 en varias piezas. El sonido que nos encontramos suena a clásico desde el primer instante, destacando temazos todavía tan frescos y dinámicos como “Mistreated lover” (¿cómo demonios no triunfó una canción como ésta?), “Fly on”, “Masquerade”, “Same old store” o cualquiera otra que compone esta obra.

Años más tarde estos tres tipos se volverían a unir para una serie de conciertos y grabar conjuntamente el segundo disco en solitario de Marc ford llamado “Weary & wired”. La química entre ellos seguiría con una gira presentando el disco y pasando por nuestro país con una serie de conciertos dónde tuve la suerte de verles en Bilbao. Al finalizar el bolo, los tres gustosamente me firmaron esta joya que conservo como un verdadero fetiche.