
Un disco que rebosa autenticidad por los cuatro costados y hecho sin ningún ánimo de lucro. Sólo por el placer de tocar canciones que llevas toda la vida escuchando y como claro homenaje a la música hecha en esa irrepetible década. Eso es justo lo que encontraremos en este álbum titulado como el nombre de los tres músicos presente en este proyecto, así de simple.
Por supuesto , ninguna de las 18 canciones presentes mejora en nada a las originales, eso es algo inalcanzable para cualquier mortal, incluso hace hasta gracia oír la voz tan peculiar de Lemmy en clásicos de Buddy Holly o el “Heartbreak Hotel” de Elvis. Este invento no deja de ser un simple reconocimiento a lo que supuso esa década para la mayoría de músicos que veneramos.
Aquí encontraremos versiones de Elvis, Carl Perkins, Buddy Holly, Eddie Cochran o Johnny Cash, todo hecho con cariño y pasión. Años más tarde, siguieron con el mismo proyecto pero bajo el nombre de The Head Cat haciendo conciertos esporádicos mientras sus bandas respectivas se lo permitían. Sacaron incluso un DVD de una actuación en el propio garito de Slim Jim en L.A, el Cat Club.
Por cierto, la portada es otro acierto y un claro homenaje a Elvis con su álbum “50000000 Elvis fans can’t be wrong” donde lucía ese espectacular traje de lamé dorado de sus primeras actuaciones en Las Vegas.
En fin, si queréis oír otra faceta de nuestro querido Lemmy Kilmister y no habéis catado este álbum, os sorprenderá gratamente.