EILEN JEWELL: sala Acapulco, Gijón 2 de octubre 2009

Pocas veces tenemos la oportunidad de ver en Gijón un concierto basado en la música americana de raíces como el protagonizado ayer noche por la cantautora Eilen Jewell. Semejante cita se me antojaba como algo imprescindible, más aún después de descubrirla este año con dos sensacionales trabajos como “Letters from sinners & strangers” y el último “Sea of tears”. Con algo de retraso sobre la hora prevista, se nos presentó Jewell con un vestido negro y hablando casi un perfecto castellano. Atacó la velada con “Sweet rose” dejando bien claro desde el principio que su show iba a ser algo muy especial. La chica sabe perfectamente trasmitir con su voz frágil y delicada las emociones que emanan de sus composiciones. Para hacernos partícipes y rompiendo la barrera que a veces muchos artistas imponen entre ellos y su audiencia, iba explicando el significado de cada canción de una manera natural y simple. Muy comunicativa en todo momento, incluso bromeo en muchas ocasiones y sugirió al público algunas peticiones que gustosamente fue interpretando sobre la marcha, olvidándose del set-list que tenía previsto hacer. En ese sentido cayeron versiones de Loretta Lynn, Charlie Rich, Hank Williams y Bob Dylan, saliendo del envite de manera muy convincente y dejando al personal totalmente satisfecho con lo que estaba viendo

Como sorpresas, una emotiva interpretación del “Fine and mellow” de Billie Holiday para quitarse el sombrero y un pequeño recuerdo a su proyecto paralelo llamado Sacred Shakers con un excelente tema gospel llamado “Twelves gates to the city”.
Para acabar y con la insistencia del respetable sólo hubo tiempo para un bis. Eilen acabó de manera pletórica y llena de fuerza con ese potente “Shakin’ all over” presente en su último trabajo. Por cierto, la banda que le acompaña es de “chapeau” con una base rítmica efectiva y un Jerry Miller a las seis cuerdas que pone las notas justas y con el feeling adecuado para acompañar perfectamente a su “jefa”.
Al terminar, fotos y firmas de rigor. Estuvimos también un rato charlando con ella y le preguntamos cómo se defendía tan bien con nuestra lengua y nos respondió que lo había aprendido en la escuela de su Idaho natal.
¿Será Eilen Jewell el perfecto relevo generacional de Lucinda Williams? El tiempo lo dirá pero lo que es seguro que va por buen camino.