Aquí os lo pego:
"Pues GENIAL!! este tio es un puto crack. Llegamos con tiempo de sobra para pillar un buen sitio, aprox. 45 minutos antes. Tuvimos mucha suerte de enterarnos que venía por aquí, ya que no se publicitó nada. El lugar: La Taberna de Hank en Luanco a las 22:00h. No es el sitio más apropiado para un concierto que digamos, es una cervecería de dos plantas, muy chula, decorada con buen gusto pero estrechísima tanto arriba como abajo. Nosotros cogimos unas sillas justo delante del escenario y de allí no nos movimos hasta que empezó. Tocó 1h y 15 min más o menos. Temas de los Scorchers, Hank Williams y de Farmer Jason como suponiamos. Aceptó peticiones del público, como por ejemplo la de "Route 66", que sonó a gloria.
Allí se plantó Jason más risueño que unas castañuelas, con su inseparable sombrero que le da ese inconfundible aspecto de cowboy. Siempre comunicativo entre canción y canción con el público, y de muy buen humor. Esto se vio reflejado en todo momento desde un principio, bromeando como cuando empezó a tocar y presentó a su banda imaginaria. Mira a izquierda y derecha, pone cara de asombro porque dice que debieron perderse en su anterior concierto, se disculpa y sigue tocando con su voz imitando el sonido del resto de instrumentos. Esto provocó la carcajada de todos los que estábamos allí. Otro momento gracioso fue cuando dijo en castellano (leyendo una chuleta de papel): "Voy a contar un chiste: ¿que hace una mujer en los brazos de un bajista? ¿? ¿? ¡un tatuaje, es un tatuaje! Brutal. Más que un chiste, una adivinanza muy graciosa pero bueno, son solo dos detalles de los muchos que tuvo para el público. Calculo que no eramos más de medio centenar los que nos juntamos allí, pero es que tampoco cabían más. La mayoria apretados y los de la parte de atrás dudo mucho que hayan visto algo desde el final del estrecho pasillo.
Resumiendo, una gozada de espectáculo country rock en acústico el que nos brindó este Jason Ringenberg, todo un showman. El concierto fue tan íntimo que parecia que estuviese tocando en nuestro propio salón de casa; por momentos casi era hasta fácil imaginar que nos encontrábamos en Tennessee más que en Luanco. Pablo, Juan y yo salimos de allí encantados, no sin antes hacernos unas fotos además de comprarle un disco de su proyecto Farmer Jason (creo que los vendió todos). ¡Bravo Jason! vuelve cuando quieras, te esperamos.
Resumiendo, una gozada de espectáculo country rock en acústico el que nos brindó este Jason Ringenberg, todo un showman. El concierto fue tan íntimo que parecia que estuviese tocando en nuestro propio salón de casa; por momentos casi era hasta fácil imaginar que nos encontrábamos en Tennessee más que en Luanco. Pablo, Juan y yo salimos de allí encantados, no sin antes hacernos unas fotos además de comprarle un disco de su proyecto Farmer Jason (creo que los vendió todos). ¡Bravo Jason! vuelve cuando quieras, te esperamos.
Texto y fotos: Karlam