JOHNNY CASH: "American recordings VI: ain't no grave" (2010)

No creo que nadie se me pueda tirar al cuello si afirmo que los American Recordings de Johnny Cash es lo más grande que se ha hecho dentro de la música estos últimos 15 años. Los cinco volúmenes en CD, sin olvidarse de esa descomunal box-set “Unearthed”, facturados por este coloso son obras de una magnitud tan grande que quedarán grabadas a fuego como uno de los episodios más valiosos de la historia de la música.
Hace unos meses, se supo que tendríamos a la vuelta de la esquina una nueva entrega para dar forma al volumen seis de la serie. Ni que decir que para servidor todas estas semanas previas a este lanzamiento fueron de unas ansias por escuchar nuevo material de Cash como hacía tiempo que no me pasaba.
Este “Ain’t no grave” es sin duda uno de los acontecimientos musicales del año y me importa bien poco que haya gente que piense que Rubin sólo anda rebuscando y revolviendo entre sus cajones para estirar el chicle un poco más. Lo que cuenta, es que tenemos nuevas canciones de Cash y eso es toda una celebración que hay que festejar. Es como si de pronto, saliera a la luz nuevos temas de Elvis de su periodo post-Comeback’68, de esas míticas sesiones en los American Sound Studios y algún listillo las desechará porque es otra jugada comercial y sólo iba a enriquecer un poco más las arcas de Priscilla y su prole.

En estos casos, sólo vale disfrutar de las nuevas canciones de la factoría Cash/Rubin que a buen seguro le darán mil vueltas a otros productos que seguro a los dos días andan perdidos en nuestro disco duro y en muchos casos ni volveremos a escuchar.
Con los “American recordings” sabes que estás ante algo grande, único, mágico y que la compra se te antoja como obligatoria. Este tipo de grabaciones son básicas en cualquier colección y esta serie inevitablemente tenía que seguir por el camino de sus predecesores. Las chapuzadas de mal gusto no podían estar presentes en esta nueva entrega y ya desde el primer momento que puse la oreja, se disipó cualquier mínima duda que pudiera tener.
Lo llevo machacando desde hace pocos días y tal vez puedo adelantar que no llega al nivel de las anteriores obras con Rubin pero aún así, sólo escuchar la estremecedora “Ain’t no grave”, que te pone los pelos de punta, seguida de “Redemption song”, ya merece la pena adquirir este nuevo artefacto. Otras cotas altas son “For the good times”, que habré escuchado un millar de veces con la versión que hizo Elvis en su día y que aquí cobra un especial interés en la voz enferma y débil de Cash. De sumo interés también es una nueva composición de marcado acento religioso “I corinthinas 15:55”, posiblemente de lo último de su puño y letra. “Satisfied mind” y “Cool water” son otros pilares muy a tener en cuenta que cobran fuerza a medida que uno las va escuchando.
En definitiva, un disco profundo, pausado, emocionante, reflexivo muy en la onda de sus anteriores obras y del que iremos con el paso del tiempo degustando y descubriendo uno y mil matices . Así son los discos clásicos y este será uno de ellos cuando echemos la vista atrás dentro de unos meses.