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miércoles, 18 de septiembre de 2013

KRIS KRISTOFFERSON: sala Barts, Barcelona 17 de septiembre 2013


Recién aterrizados desde Barcelona y con una sonrisa de felicidad que no se me va a quitar en días. En efecto, ayer fue el día esperado, desde hace un montón de semanas, para ver encima de unas tablas a una leyenda de la talla de Kris Kristofferson. Era pues una ocasión casi única, diría yo, ya que no creo (espero equivocarme) que este hombre con la edad que tiene, se pase otra vez por nuestro país. Desde el mismo momento que se supe que el 17 de septiembre era la fecha señalada para tener la posibilidad de verlo en carne y hueso, me hice con un par de tickets sin dudarlo. Con permiso de George Thorogood & The Destroyers, era la cita que no me podía perder bajo ningún concepto en este 2013 y, gracias a Dios, todo ha salido a pedir de boca.

La verdad, es difícil poder transmitir las emociones que han surgido en esta inolvidable velada en la sala Barts, un sitio acogedor para disfrutar de bolos tan especiales como el de ayer noche. La acústica es magnífica y el público que se congregó fue desde un principio respetuoso con la propuesta tan íntima ofrecida por el artista. Kris se basta él sólo con su magnífica voz, cascada por los excesos de tantos años, una guitarra acústica y armónica. Indudablemente, todo arropado por su enorme carisma, personalidad  y una ristra de clásicos que harían palidecer a la mayoría de músicos de este negocio.


A veces no hacen falta ni súper-producciones, ni pantallas gigantes, ni una hilera de Marshalls para atronarte los oídos y dejarte anonadado. En este caso, todo fue austeridad, simplicidad, pero llevado a un grado de magia que sólo los pocos elegidos son capaces de lograr y obviamente Kristofferson es uno de ellos. En todo momento se palpaba la intensidad, la pasión  y la sensibilidad que desprendían las cerca de treinta canciones que adornaron el set-list.  La comunión entre Kris y su público fue perfecta durante toda la noche.

Obviamente, lo más importante en esos casos es tener canciones, o más bien clásicos, y aquí Kristofferson juega sobre seguro. Tener la posibilidad de escuchar gemas de su propio sello como una escalofriante “For the good times”,  una emotiva “Me and Bobby McGee”, un góspel de la talla de “Why me”, “Help me make it throught the night” o esa maravilla llamada “Sunday morning coming down”, ya vale el precio de la entrada. Encima, temas de última cosecha como “Closer to the bone”, “Feeling mortal” o “From here to eternity”, no desentonan ni un ápice dentro de esas maravillas antes citadas y que tantos músicos versionaron a lo largo de tantos años.


Al finalizar el bolo de hora y tres cuartos, ovación de gala y todo un privilegio haber podido estrecharle la mano a una leyenda se semejante calibre. Una pena que al dirigirse a su autobús no se parase a firmar, ya que su mano derecha estaba entablillada. Lógico por otra parte. Esperemos que no sea nada grave y pueda proseguir con el resto de fechas por el continente europeo. Eso sí, nos obsequió con una sonrisa de complicidad que ya quisieran la mayoría de los mortales.

Gracias por todo y ojalá no sea la única vez que lo podamos ver. Y que sea por muchos años,  Mr. Kristofferson!

7 comentarios:

TSI-NA-PAH dijo...

Me alegro que pudieras verle..disfrute mucho cuando le vi, lastima no poder haber estado con el, porque el hombre es super majo.
A+

Fran capa dijo...

He visto unas fotos de loquillo en el concierto con gente de su banda, se saludaron con Kriss y se fotografiaron.
Que necesidad tendra este hombre con 80 tacos de andar dando conciertos, economica no, sera que lo lleva en la sangre y lo disfruta.
Tiene una peli en cartelera y de las buenas, no recuerdo el titulo.
No para.


Jorge García dijo...

Maravillosa noche imagino, bueno no imagino, lo sé.
Nunca he visto a este grande, quizás algún día...
Saludos.

Rafa dijo...

vaya, y yo tan cerca de mi casa y sin ir a verlo.. espero no tener que arrepentirme siempre. un saludo,

Gonzalo dijo...

A mi me parece muy grande que gente como Kris Kristofferson, tan mayor ya, sigan en la carretera. En su derecho están, a pesar de tanto amargado que se creen que sólo pueden dar conciertos veinteañeros. Los grandes del flamenco, blues, jazz o el country han demostrado que pueden tener una vejez digna sobre las tablas. Como dijo B.B. King ayer en la CBS: Me retiraré cuando dejen de pagarme.

Saludos.

TONY JAGGER dijo...

LO MIO ES EL ROCK,DESDE SIONES A METALLICA.TUVE LA OPORTUNIDAD DE VER-TELEVISADO,POR DESGRACIA PARA MI-EL SHOW DE ESTE TIO EN DONOSTI EN EL 2010 Y ME PUSO LOS PELOS DE PUNTA.DESPUES DE LEER ESTA CRONICA VEO QUE SENTIS LO QUE YO SIENTO Y PENSAIS LO QUE YO PIENSO.UNA AUTENTICA ESTRELLA AL MARGEN DE LAS MODAS O EL MAINSTREAM.

ROCKLAND dijo...

Tsi: has tenido más suerte que nosotros, amigo! Recuerdo perfectamente tu post de tu encuentro con él en Donosti, pero en nuestro caso no pudo ser. Los seguratas estaban muy encima y él tenía la mano un tanto fastidiada. Otra vez será.

Fran Capa: ¡cierto!, estaba Loquillo entre el público y al finalizar el bolo se quedó con alguna gente dentro de la sala. Me imagino que se haría la foto con él al despejarse toda la peña del recinto.
El tema económico siempre está ahí. Nadie curra por nada a cambio, pero sí es cierto que este hombre disfruta con lo que hace encima de un escenario y desprende autenticidad a raudales.

Addison: noche para el recuerdo, indudablemente. Tener la posibilidad de ver una leyenda de este calibre era algo que no se nos podía escapar.

Rafa: bueno, espero que tengas otra oportunidad. Kris se quedó encantado con la audiencia de Barcelona y tal vez repita en una futura gira. La esperanza es lo último que se pierde.

Gonzalo: totalmente de acuerdo con tus palabras. Gente como Kris Kristofferson sigue maravillando a sus fans con conciertos llenos de magia. Poder oír esos temas es todo un privilegio y el día que no queden todos estos grandes de la industria ya no será lo mismo. Yo lo tengo claro, entre ver a una leyenda de la talla de Kristofferson o una banda novel que les falta carisma y personalidad, me quedo sin dudarlo con la primera opción.

Tony Jagger: los pelos de punta se me pusieron varias veces el pasado martes, eso te lo puedo asegurar. Oír un tema como “Me & Bobby McGee” en manos de su autor, será algo que recordaré el resto de mi vida. Un concierto emotivo to the max!!



Saludos amigos.